Borregos y sociópatas

LOS POLÍTICOS están empezando a dejar de ser insensibles para convertirse en auténticos sociópatas. Hay excepciones, claro, pero entre la disciplina piramidal de los partidos y el descorazonamiento de los marginados por la burocracia de sus siglas, la descapitalización de talento y sensibilidad en los grupos parlamentarios es espeluznante. Uno pensaría que en un país que tiene un cuarto de la población activa en paro y cuya región más poblada, Andalucía, tiene el 37% de desempleados, el triple de la media europea, y el 60% de paro juvenil, el doble de la media africana, los dirigentes políticos tendrían la humildad y la sensatez de estudiar cualquier propuesta que la UE hiciera en materia de paro. Ya que no hemos tenido el talento de evitarlo, tengamos al menos la humildad de reconocerlo.

Pues no. Rajoy, cuyas deficiencias intelectuales empiezan a superar las caracteriológicas, desconoce que en la bimilenaria historia de España, desde que los romanos nos integraron en la civilización occidental, no hay un fracaso laboral como el que hoy exhibe su Gobierno: ¡seis millones doscientos mil parados! Cinco millones habitaban la Corona de Castilla cuando descubrió, conquistó y evangelizó América. Con la Corona de Aragón, juntaban seis millones de españoles en el mundo. ¿Pocos? Pues hay que ver la guerra que daban y la de cosas que hicieron. La razón de su desazón era la de todas las naciones grandes: no se conformaban. Todos querían ser ricos, famosos e ir al cielo. Incluso los que cultivaban el sabio desengaño de este valle de lágrimas no vacilaban en fundar órdenes religiosas, cruzar océanos y predicar la fe de Cristo mundo adelante. Santa Teresa y su hermano jugaban de chicos a hacer ermitas y morir santos. Entre Teresa y Mariano, la verdad, creo que hay demasiada diferencia.

Sólo UPyD rompió ayer el silencio cerebral de los corderos políticos, convertido en mugido sindical aborregado contra el contrato único propuesto por la UE. Ni siquiera recordaban que la propia UPyD presentó hace meses en el Parlamento una propuesta similar, basada en la buena experiencia escandinava. Ni la debatieron entonces ni la estudian ahora. ¡Con el 60% de paro juvenil y dando coces! Lo dicho: lerdos, camino de sociópatas.

>Veael videoblog de Carlos Cuesta.Hoy: El inmovilismo laboral no es una virtud.